Jerry
charlatán. Antes de convertirse en poli, era profesor. Se alegraba
tanto de haberlo dejado. Sus estudiantes malcriados. Cada año más
malcriados. Durante últimos cursos solo pasaba rato, aguardando
momento en que sería apuñalado o recibiría disparo de algún
malcriado. Todo empezó a medida que chavales se volvían más
oscuros. Si sé a que se refiere. No tiene nada en contra de gente
oscura pero sí que tiene algo en contra de gente que se niega a
trabajar y a aprender idioma y que además insiste en gastar bromas
de mal gusto a profesores. Cuando él era niño, ni siquiera se le
hubiera pasado por imaginación introducir pequeña rana en Cola
Light de uno de profesores más dedicados de claustro. Casi seguro
que fue chaval oscuro quien lo hizo, ya que casi todos sus chavales,
chavales oscuros. Él en concreto nunca fue apuñalado, pero está
seguro de que hubiera acabado recibiendo puñalada, un día, de algún
chaval oscuro. Ya que, para cualquier chico lo bastante caradura como
para poner rana en bebida de profesor, no hay límites; es decir
apuñalar = por lógica siguiente paso.
Chavales
no son más que chavales, digo.
Los
diarios de las Chicas Sémplica, Ediciones Alfabia, pág 180