viernes, 15 de febrero de 2019

DESPEÑAPERROS, JOSÉ MARÍA VAZ DE SOTO (II)

Los profesores deberían ser examinados todas las semanas y los maestros enviados a la escuela todas las vacaciones. Si algún profesor o algún maestro se acerca de pronto al pupitre de un niño y, sin preguntarle nada ni decirle por qué, lo hace levantarse a empujones, lo insulta groseramente, lo golpea brutalmente con una palmeta y lo echa a puntapiés a la calle, debe ser empujado a su vez, golpeado a su vez por la misma palmeta y la misma brutalidad y expulsado a su vez a patadas de la escuela y del cuerpo de profesores o del cuerpo de maestros; se le hará ingresar en prisión y se le impartirá un cursillo intensivo de incitación al suicidio; si no se aprende la lección o no la aprovecha, se le dará otra paliza con otra palmeta mayor y se le impartirá otro cursillo doblemente intensivo, y así hasta que se la aprenda y la aproveche
Despeñaperros, Austral pág 312