Los ‘negs’ pensaban que sólo los ‘mariquitas’
levantaban la mano en clase, estudiaban mucho para los exámenes, se preocupaban
de no repetir curso y de pequeñas cosas como comportarse adecuadamente con los
profesores. ¡Los chicos haitianos tampoco querían ser mariquitas, por amor de
Dios! De modo que empezaban a considerar el instituto un incordio propio de
mariquitas
Bloody Miami, Anagrama, pág 174