Había
quedado demostrado que existía una profunda preocupación entre
padres y educadores ante la caída en los estándares de
comportamiento y la falta de responsabilidad civil entre muchos
elementos de la sociedad, particularmente los jóvenes. La educación
desempeñaba claramente un papel importante en ello y no cabía duda
de que los padres en el pasado habían sido inducidos a error por
estúpidas teorías a la moda acerca de la educación infantil. Había
un llamamiento para regresar al sentido común y se pedía al
gobierno que tomase la delantera. Eso era lo que hacía y lo que iba
a continuar haciendo, sin dejarse intimidar por las patéticas
difamaciones y las calumnias irresponsables de sus oponentes.
Niños en el tiempo, Anagrama, pág 121