Rosa caminaba por el pasillo atestado de chicos. Los de tercer ciclo nunca respetaban la prohibición de salir del aula entre clase y clase y ella, desde luego, no iba a ser quien velara por el cumplimiento de la norma: ¡eran niños de diez, de once años! Qué crueldad limitar sus movimientos, pensaba, ese régimen carcelario que, más que aplacarlos, despertaba su rebeldía. Rosa era todavía inexperta, una maestra primeriza que no consideraba a los niños como enemigos, aunque tampoco tuviera clara la alternativa.
Decía Juan de Mairena en sus momentos de mal humor: «Un pedagogo hubo: se llamaba Herodes».
viernes, 24 de marzo de 2023
viernes, 10 de marzo de 2023
EL MAGO, JOHN FOWLES (II)
- La enseñanza debe ser una profesión muy interesante.
- Para mí no lo es. La encuentro bastante aburrida.
- Todo lo que es noble y honesto, suele ser aburrido. Pero alguien tiene que dedicarse a esas tareas.
El mago,
John Fowles, pág 141
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