El profesor de dibujo es calvo y tiene un bigote espeso, no es alto, más bien bajo y tiene muy buena voz, una voz sonora y grave que se oye muy bien en toda la clase y con una potencia que compensa la poquedad de la estatura. A pesar de estas buenas cualidades no recuerdo que nos enseñara nada de interés ni siquiera a los que podrían tener aptitudes para su disciplina, si bien hay que decir en su descargo que había poca estimación por el dibujo entre nosotros, y se encontraban de este modo dos indiferencias que daban un pobre resultado
Travesía de Osuna, página 110