A Nelson le gusta el colegio; le encanta, se desvive por ganarse la aprobación de sus profesores, por ese gesto de sorpresa que les asoma en la cara cuando expone algún oscuro dato histórico relacionado con nuestro sistema legal, por ejemplo, o los elementos más raros de la tabla periódica.
El corazón de los hombres, Libros del AsteroideDecía Juan de Mairena en sus momentos de mal humor: «Un pedagogo hubo: se llamaba Herodes».
viernes, 28 de agosto de 2020
viernes, 14 de agosto de 2020
EL ANTROPÓLOGO INOCENTE, NIGEL BARLEY
El
maestro, alentado por el apoyo de las altas esferas, presentó una
lista de los nombres de los padres que no llevaban a sus niños a la
escuela. Seguidamente saco otra de los padres que mandaban a sus
hijos sin otro alimento que el almuerzo tradicional, cerveza, que
tenía ebrios a sus pupilos toda la tarde.
El antropólogo inocente, Anagram, página 193
El antropólogo inocente, Anagram, página 193
Suscribirse a:
Entradas (Atom)