El seminario acabó siendo prohibido por el Rectorado ya que sus sesiones y debates se relacionaron con la organización de varios juicios populares o críticos, un método de acción que había sido importado de Francia y que básicamente consistía en entrar en el aula de un profesor, mientras este estuviera dando clases, y someterlo a un juicio público, a su asignatura, el método de enseñanza y a él mismo
