viernes, 15 de noviembre de 2024

ALMAS GRISES, PHILIPPE CLAUDEL

 El caso es que la escuela se había quedado sin maestro, y que la situación, si bien no desagradaba a los chavales, no era del gusto de las autoridades, que tenían gran necesidad de calentarles la cabeza y fabricar kilos de joven soldado impaciente por pelear.


 

viernes, 1 de noviembre de 2024

SOBRE LA BELLEZA, ZADIE SMITH (II)

 En la séptima planta del edificio Stegner Memorial, en un aula insuficientemente caldeada, Howard estaba acabando de desembalar un proyector. Había deslizado una mano a cada lado del aparato y, apoyando el mentón en la carcasa para equilibrarla, sacó de la caja el feo artilugio. Él siempre pedía ese proyector para la sesión de la presentación del curso. Era todo un ritual, como el de sacar las luces del árbol de Navidad. Igual de casero, y de melancólico. ¿Qué nuevo fallo le impediría encenderse este año? Howard destapó cuidadosamente la caja de luz y puso la archiconocida portada (hacía seis años que daba esta misma serie de lecciones) “Construyendo lo humano: 1600-1700” boca abajo en el cristal. Levantó la hoja, limpió el polvo acumulado y volvió a colocarla. El proyector era gris y naranja- los colores del futuro- y, como toda la tecnología obsoleta, despertaba en Howard una simpatía natural. Tampoco él era ya moderno.

- Te hace falta un pah-point- dijo Smith J. Miller, de pie en el umbral de la puerta, calentándose las manos en el tazón de café y observando ávidamente la llegada de los estudiantes.- Es el mejor sistema para pasar diapositivas


 

viernes, 18 de octubre de 2024

EL NÚMERO 11, JONATHAN COE (II)

 ¿Cuándo habían empezado a funcionar así las cosas?, se preguntó. Recordaba que cuando ella era estudiante atesoraba cada palabra de su tutor, escuchando reverencialmente las pequeñas perlas de sabiduría que brotaban de su boca. Por supuesto, era del todo saludable que los estudiantes de hoy tuviesen una actitud más enérgica, pero aun así algunos de ellos —Tim era un perfecto ejemplo— se situaban en el otro extremo y la veían como poco más que una proveedora de servicios a la que podían desafiar de forma airada cuando el servicio en cuestión no cumplía sus expectativas.


 

viernes, 4 de octubre de 2024

GLORIA, VLADIMIR NABOKOV

 Las aulas estaban distribuidas por toda la ciudad. Si una clase seguía inmediatamente a otra, pero se dictaba en un aula diferente, uno tenía que montar en bicicleta o echarse a correr por las callejuelas y cruzar el eco de las piedras de cada patio. Un nítido repiquetear de campanas llamaba de un lado para el otro, de una torre a otra. El estrépito de las motocicletas, el crepitar de las ruedas, el tintineo de los timbres de las bicicletas llenaban las estrechas calles. Durante las clases, el brillante enjambre de bicicletas agrupado en las puertas esperaba a sus dueños. El catedrático, vistiendo su túnica negra, subía a la plataforma, y con un golpe dejaba caer sobre el facistol su gorra cuadrada de la que colgaba una borla.


 

viernes, 20 de septiembre de 2024

TEMA LIBRE, ALEJANDRO ZAMBRA (II)

Debía viajar dos veces por semana para enfrentar a unos estudiantes de segundo, tercero y cuarto medio que eran completamente indiferentes a cualquier cosa que yo les dijera y que demostraban esa indiferencia tirándome papeles a la cara. Pero igual había una alumna, en tercero medio, que me ponía atención. Y yo la cuidaba, claro. 


 

Tema libre, pág 30


viernes, 6 de septiembre de 2024

LA AUTOPISTA LINCOLN, AMOR TOWLES

 —Cuando ibas de ciudad en ciudad, ¿cómo ibas a la escuela?

—No todo lo que vale la pena saber se encuentra entre las cubiertas de los compendios, amigo mío. Digamos que mi academia fue la carretera; mi abecedario, la experiencia, y mi instructor, el veleidoso dedo del destino.

Billy se detuvo a considerarlo unos segundos, aparentemente indeciso sobre si debía aceptar aquel principio como un artículo de fe. Acto seguido, después de asentir un par de veces, levantó la cabeza un tanto turbado.


 

viernes, 23 de agosto de 2024

SUAVES CAEN LAS PALABRAS, LALLA ROMANO

 Ayer, cuando fui a la escuela, ya no vi a nuestro maestro y me extrañó mucho. No estábamos solos, pero había otro maestro, que ya había venido otras veces, cuando el maestro salía para ir al banco. Con el suplente, yo, que esto un poco loco, me puse a hacer toda clase de travesuras. ¡Ni siquiera cuando estaba dictando me he quedado tranquilo!


 

viernes, 9 de agosto de 2024

EL CUELLO DE LA JIRAFA, JUDITH SCHALANSKY

 Cuanto más se acercaba la pausa veraniega, algunos de sus colegas sucumbían a una condescendencia casi tierna. Sus clases se convertían en un teatro vacuo en el cual todos colaboraban, una mirada ensoñadora aquí, una caricia allá, fórmulas cargadas de ánimos, un lamentable visionado de películas…


 

viernes, 26 de julio de 2024

UN CABALLERO EN MOSCÚ, AMOR TOWLES

 —¿Qué estás haciendo?

—Matemáticas.

—Veo que te aplicas a la materia con vigor.

—El profesor Lisitski dice que tienes que pelear con las matemáticas como pelearías con un oso.

—¿Ah, sí? Y ¿con qué clase de oso peleamos hoy? Sospecho que con alguno más parecido a un oso polar que a un panda.


 

viernes, 12 de julio de 2024

NUNCA FALTA NADIE, CATHERINE LACEY

 Él decía que había algo en el olor, en el color de la tiza, que le desentumecía el cerebro, que permitía que los números se fueran colocando en el orden adecuado.


 

viernes, 28 de junio de 2024

DESCARGO DE CONCIENCIA (1930-1960), PEDRO LAÍN ENTRALGO (II)

 Múltiple fue mi entrega. Ante todo, a la cátedra, tan fiel y gustosamente servida por mi deseo de incorporación a ella como titular en octubre de 1942. Siempre me ha gustado “dar clase”; siempre he sentido en los senos de mi alma esa incomparable fruición del profesor por vocación, cuando mirando a los ojos de los alumnos que le escuchan vive con ellos la gozosa emoción de redescubrir o codescubrir la verdad que su lección comunica.


 

viernes, 14 de junio de 2024

LOS IMPUNES, RICHARD PRICE

 Debería haber sido divertido, pensó Billy, pero no lo era. Cuandoquiera que te convocan para mantener una charla sobre tu hijo con el psicólogo de la escuela, «divertido» es lo último que se te pasa por la cabeza. Aun así…

Al parecer, el día anterior Declan había empujado a un niño que se había estado burlando de él, estampándolo de cara contra el borde de la puerta abierta de una taquilla. La herida había sido mínima —después de todo tenían ocho años—, pero corrió algo de sangre y se habían roto unas gafas. De modo que, ahora, Carmen y él se encontraban sentados en un aula vacía hablando con un joven que no podía llevar más de uno o dos años fuera de la facultad y que preguntaba cosas como si el parto de Declan había sido complicado, si «empleaban» cualquier tipo de disciplina física en casa, si por cualquiera de ambas partes existían antecedentes familiares de…


 

viernes, 31 de mayo de 2024

MIDDLEMARCH, GEORGE ELIOT (II)

 La compañía de semejantes mujeres era tan relajante como ir a dar clases a alumnos de enseñanza básica después del trabajo, en lugar de recostarse en un paraíso con dulces risas a manera de trinos de pájaros y con unos ojos azules a modo de cielo


 

viernes, 17 de mayo de 2024

LO PEOR DE TODO, RAY LORIGA (II)

 El colegio sólo me gustaba cuando me expulsaban de clase porque entonces podía quedarme toda la hora en el pasillo haciendo el tonto. Si expulsaban también a Baigorri, mejor. Los profesores no me gustan porque no creo que sean buena gente. Cualquiera que piense que tiene algo que enseñar es por lo menos sospechoso.


 

viernes, 3 de mayo de 2024

JOB, JOSEPH ROTH (II)

 Él no era, en realidad, nada más que un maestro. Lo mismo que habían sido su padre y su abuelo. No podía haber sido otra cosa. Denigrar su oficio era, pues, atacar su existencia, borrarlo de la lista de los vivos


 

viernes, 19 de abril de 2024

AY, WILLIAM, ELIZABETH STROUT

 Acerca de no enseñar: se sorprendió al descubrir que no lo extrañaba; me dijo esto recientemente, resultó que había sentido temor cada vez que se paró frente a la clase, y no fue hasta que dejó de enseñar que él entendió que eso había sido cierto


 Ay, William, Alfaguara, pág 18

 

viernes, 5 de abril de 2024

NADA ES VERDAD, VERONICA RAIMO

 Su convicción era que el irnos de vacaciones a uno de esos hoteles le permitiría conocer a profesores como ella y, en consecuencia, garantizaría que sus hijos se hicieran amigos de hijos de otros profesores y se ennoviaran tal vez con hijos de otros profesores para convertirse luego ellos mismos en profesores, hasta procrear nuevos hijos de profesores y pasar sus vacaciones y su existencia juntos para siempre en un torbellino pedagógico. Esta era su idea del mundo.


 

viernes, 22 de marzo de 2024

DESPEÑAPERROS, JOSÉ MARÍA VAZ DE SOTO (III)

 El que examine a un niño será a su vez examinado y suspendido, y el que lo examine y lo suspenda será a su vez examinado y suspendido… por el cuello


 

viernes, 8 de marzo de 2024

HOMBRES EN MI SITUACIÓN, PER PETTERSON

... la izquierda, a la derecha del cambio de agujas de Alnabru, que era sin duda más interesante en la oscuridad, con todas sus luces, que de día, y un poco más adelante, arriba, a la izquierda, detrás del bosquecillo estaba el colegio de Veitvet, donde pasé la mayor parte de mis días durante siete años, y recordaba cada uno de ellos como una tortura, seguro que no lo fueron, cómo podrían serlo, pero solo se me venía eso a la memoria. Solo una amargura repentina y tremenda, algunos profesores, algunos alumnos a los que no podía olvidar y a quienes nunca perdonaría...


 Hombres en mi situación, Libros del Asteroide, pág 185

viernes, 23 de febrero de 2024

TRAVESÍA DE OSUNA (II), RAFAEL RODRÍGUEZ SÁNDEZ

 El profesor de dibujo es calvo y tiene un bigote espeso, no es alto, más bien bajo y tiene muy buena voz, una voz sonora y grave que se oye muy bien en toda la clase y con una potencia que compensa la poquedad de la estatura. A pesar de estas buenas cualidades no recuerdo que nos enseñara nada de interés ni siquiera a los que podrían tener aptitudes para su disciplina, si bien hay que decir en su descargo que había poca estimación por el dibujo entre nosotros, y se encontraban de este modo dos indiferencias que daban un pobre resultado

Travesía de Osuna, página 110
 

viernes, 9 de febrero de 2024

UN VERDOR TERRIBLE, BENJAMÍN LABATUT

 Pensó en las clases que tendría que retomar apenas se recuperara, en el tedio de la repetición, en las miradas en blanco de sus alumnos y en la textura de la tiza deshaciéndose entre sus dedos, y de pronto le pareció ver toda su vida futura como si fueran escenas paralelas y simultáneas, un abanico de probabilidades que se bifurcaba en todos los caminos posibles


 

Un verdor terrible, Anagrama, pág 161

viernes, 26 de enero de 2024

GRANDES ESPERANZAS, CHARLES DICKENS

 Una tía abuela del señor Wopsle daba clases nocturnas en el pueblo; es decir, que era una ridícula anciana, de medios de vida limitados y de mala salud ilimitada, que solía ir a dormir de seis a siete, todas las tardes, en compañía de algunos muchachos que le pagaban dos peniques por semana cada uno, a cambio de tener la agradable oportunidad de verla dormir.


 

viernes, 12 de enero de 2024

AMERICANAH, CHIMAMANDA NGOZI ADICHE (III)

 Isioma le preguntó por qué su hijo no hacía aún apenas matemáticas e inglés

- Nuestro método es más conceptual. Preferimos que durante el primer año los niños exploren su entorno- respondió la directora.

- Pero esas dos posibilidades no deberían excluirse entre sí. También pueden aprender algo de matemáticas e inglés- insistió Isioma. Luego, con un humor que no pretendía ocultar la seriedad subyacente, añadió- : Mi sobrina va a un colegio en el continente y a los seis años sabía escribir “onomatopeya”

Americanah, Literatura Random Houes, pág 477
 

viernes, 29 de diciembre de 2023

MI PADRE ALEMÁN, RICARDO DUDDA

 Los niños íbamos a clase con una mochila tornister. Tenía atada una cuerda con un trapo y una esponja. Dentro de la mochila llevábamos una pizarra. Si había deberes, los hacías en casa en la pizarra y al día siguiente la llevabas al colegio. Y cuando la profesora veía que los habías hecho, entonces mojabas la esponja y limpiabas la pizarra con ella. Luego con el trapo la secabas. Tenías que tener cuidado de que no se te borraran los deberes por el camino. Por eso la esponja y el trapo colgaban por fuera. Los niños jugaban mucho a tirarte del trapo, de la cuerda, mojarte la cabeza con la esponja.


 Mi padre alemán, Libros del Asteroide, pág 134

viernes, 15 de diciembre de 2023

LA QUINTA ESQUINA, IZRAIL METTER

 Difícilmente alguno de mis alumnos me recordará: a nadie fui capaz de enseñarle nada que valiera la pena


La quinta esquina, Libros del Asteroide, página 71

viernes, 1 de diciembre de 2023

A PROPÓSITO DE ABBOT, CHRIS BACHELDER

 Los folios de los programas siguen algo calientes tras salir de la fotocopiadora, y Abbott siempre siente, cuando los reparte, que les está dando a los alumnos algo nutritivo, algo preparado, algo horneado. Imagina el delantal y las manoplas de un profesor universitario. Abbott solo tiene pensado hablar unos diez minutos sobre la asignatura, pero lo acaba haciendo durante treinta y cinco. Tiene pensado mostrarse severo e intimidatorio, pero no lo hace


 

A propósito de Abbott,Libros del Asteroide, pág 273

viernes, 17 de noviembre de 2023

UNA TEMPORADA PARA SILBAR, IVAN DOIG (III)

Lo seguimos hasta el cuartito de los abrigos. Se quedó mirándonos y se cruzó de brazos: nunca es buena señal, viniendo de un maestro.


 

viernes, 3 de noviembre de 2023

A CONTRALUZ, RACHEL CUSK (II)

Dar clase no era más que otra forma de ganarme la vida, continué


 

viernes, 20 de octubre de 2023

CHICO DE BARRIO, ERMANNO OLMI

Las escuelas permanecieron cerradas unos días, pero mi madre quería que nosotros hiciéramos, de todos modos, un poco de deberes, porque, aunque hubiese guerra, no estaba bien descuidar las obligaciones propias y rogaba a mi hermano que me ayudara a repasar las lecciones


 

viernes, 6 de octubre de 2023

POSTALES DE INVIERNO, ANN BEATTIE

 Una vez, cuando Franklin corría con ellos dando vueltas a la pista, se llevó las manos al pecho y cayó en la grava. Todos corrieron hacia él. Franklin sonrió: «Solo quería ver si os preocupabais por mí, hijos de puta», dijo. «Me acordaré de esto cuando llegue la hora de poner las notas». Con Franklin, nadie bajaba del siete; les ponía un siete incluso a los gordos y al chico raro. Cuando Charles hizo la solicitud a la universidad del estado, Franklin le escribió una carta de recomendación. Charles había oído que una recomendación del profesor de gimnasia ayudaba mucho. No sabía por qué. Pero le pidió a Franklin que se la escribiera, y Franklin lo hizo. Se la entregó en la clase siguiente. Había escrito el nombre del mes mal, y puesto comas donde no debía. A Charles, Franklin le dio mucha lástima; después de aquello, le costaba mirarle a la cara.

 

viernes, 22 de septiembre de 2023

TEMA LIBRE, ALEJANDRO ZAMBRA

 ...el profesor recorre parsimoniosamente la sala, en teoría concentrado en imponer silencio, aunque tal vez está pensando en cómo llegar a fin de mes o en la inabordable profesora de matemáticas...


 

viernes, 8 de septiembre de 2023

DECADENCIA Y CAÍDA, EVELYN WAUGH (III)

 ... porque cualquiera que haya estado en una escuela pública inglesa se sentía relativamente a sus anchas en una prisión



viernes, 11 de agosto de 2023

JÓVENES TALENTOS, NIKOLAI GROZNI

 Antes y después de las clases, los profesores pasan el rato en una gran habitación llamada Sala de Profesores, en cuyo santasanctórum no puede entrar ningún estudiante



viernes, 28 de julio de 2023

DIARIO DE UNA DAMA DE PROVINCIAS, E.M. DELAFIELD

 Quedo emplazada entre un maestro de escuela y su esposa que se van de vacaciones a Boulogne y que hablan a través de mí sobre los cursos de extensión universitaria. Parecen estar por encima de los elementos



viernes, 14 de julio de 2023

EL PRIMER HOMBRE, ALBERT CAMUS

 Sólo la escuela proporcionaba esas alegrías a Jacques y a Pierre. E indudablemente lo que con tanta pasión amaban en ella era lo que no encontraban en casa, donde la pobreza y la ignorancia volvían la vida más dura, más desolada, como encerrada en sí misma; la miseria es una fortaleza sin puente levadizo.



viernes, 30 de junio de 2023

CONFESIONES DE UN BURGUÉS, SÁNDOR MÁRAI (III)

 Pegar a los hijos se consideraba un método pedagógico fundamental; las bofetadas formaban parte integrante de la marcha cotidiana de los días, como las oraciones o los deberes. En principio no hacía falta una razón, un motivo en especial para la paliza diaria, los padres y los educadores pegaban a los niños por pura tradición, para respetar las costumbres.



viernes, 16 de junio de 2023

LAURA, PÍO BAROJA (II)

 Los estudios suyos se iban haciendo demasiado extensos. Había empezado la carrera sin darle demasiada importancia y, al avanzar en ella, se veía metida en un laberinto científico bastante difícil y árido. No tenía miedo de salir mal en los exámenes. Esto parecía descontado, los profesores le exigían trabajos, muchas veces excesivos.



viernes, 2 de junio de 2023

LA MITAD EVANESCENTE, BRIT BENNET

 El último día de décimo curso, su madre llegó a casa del trabajo y anunció que las gemelas no volverían al instituto en otoño. Ya habían estudiado suficiente, dijo, acomodándose con cuidado en el sofá para descansar los pies, y necesitaba que ellas dos se pusieran a trabajar. Las gemelas, a sus dieciséis años, quedaron atónitas, aunque tal vez Stella debería haberse fijado en que las facturas llegaban con mayor frecuencia, o Desiree debería haberse preguntado por qué, solo en el último mes, su madre la había enviado dos veces a Fontenot para pedir más crédito.



viernes, 19 de mayo de 2023

PUREZA, GARTH GREENWELL

 Eso es lo peor de la enseñanza, que nuestras acciones o no tienen la menor fuerza o tienen una fuerza que supera toda intención, y no solo nuestras acciones sino también nuestras inacciones, los gestos y palabras que se contienen o no se dicen, todo lo que podríamos haber hecho y no hicimos; y, aún más, que las consecuencias resuenan a través de los años y el silencio, nunca podemos saber realmente lo que hemos hecho.



viernes, 5 de mayo de 2023

MIS RINCONES OSCUROS, JAMES ELLROY

 Me trasladé a una escuela privada que tenía por nombre El Paraíso de los Niños. No estaba reconocida oficialmente y mi madre se ahorraba cincuenta dólares al mes. La institución era un sumidero para chicos con hogares desestructurados. Se garantizaba el aprobado, pero las horas de confinamiento se extendían desde las siete y media de la mañana hasta las cinco de la tarde, cada día. Los profesores eran unos histéricos o se mostraban pasivos y derrotados.



viernes, 21 de abril de 2023

EL CEREBRO DE ANDREW, E.L. DOCTOROW

Puedo decirle que el edificio del instituto se hallaba en un estado ruinoso. La pintura descascarillándose por todas partes, muebles rotos, lavabos fuera de servicio, grietas como las fisuras de un terremoto en las pizarras, persianas que no bajaban o no subían, y el ambiente húmedo del polvo y el moho. Estableció su popularidad de inmediato al sentarse a su mesa ante la clase y ladearse lentamente hasta perderse de vista, porque la silla, cosa que advirtió ya demasiado tarde, solo tenía tres patas. De inmediato, pese a las risas, varios alumnos estaban junto a él, ayudándolo a levantarse, acercándole una silla utilizable, y supo que no había sido una broma de ellos. De hecho, quizá por el deplorable estado del centro, profesores y alumnos parecían unidos en una hermandad de lo indómito.




viernes, 7 de abril de 2023

EL SENTIDO DE UN FINAL, JULIAN BARNES (II)

 El colegio estaba en el centro de Londres y todos los días nos desplazábamos hasta allí desde nuestros barrios distintos, atravesando un sistema de control tras otro. En aquel entonces las cosas eran más sencillas: había menos dinero, no existían aparatos electrónico, la tiranía de la moda era ligera, no había novias. No había nada que nos distrajese de nuestro deber filial y humano, que consistía en estudiar, aprobar exámenes, utilizar nuestros título académicos para encontrar un empleo y después forjar un estilo de vida más completo, sin llegar a ser amenazador, que el de nuestros padres, que lo aprobarían mientras lo comparaban en privado con su propio pasado, que había sido más sencillo y por tanto superiores



viernes, 24 de marzo de 2023

LA FAMILIA, SARA MESA

Rosa caminaba por el pasillo atestado de chicos. Los de tercer ciclo nunca respetaban la prohibición de salir del aula entre clase y clase y ella, desde luego, no iba a ser quien velara por el cumplimiento de la norma: ¡eran niños de diez, de once años! Qué crueldad limitar sus movimientos, pensaba, ese régimen carcelario que, más que aplacarlos, despertaba su rebeldía. Rosa era todavía inexperta, una maestra primeriza que no consideraba a los niños como enemigos, aunque tampoco tuviera clara la alternativa.

La familia, Anagrama, página 25