Decía Juan de Mairena en sus momentos de mal humor: «Un pedagogo hubo: se llamaba Herodes».
viernes, 6 de septiembre de 2013
UN ENCUENTRO PELIGROSO, ERNST JÜNGER
Como excelente pedagogo que era,
empezó por infundirle la noción de su propio valor, inculcándosela
profundamente para que luego se manifestara en la apariencia
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