viernes, 21 de agosto de 2015

QUERIDA PUEBLA, RAFAEL RODRÍGUEZ SÁNDEZ

Empieza también el curso y la ordenación del tiempo en torno al estudio. Los libros de texto, si no han sido heredados de hermanos mayores o amigos benevolentes, producen también la emoción de lo nuevo y el sabor de lo que es cambiante. Vienen de la papelería Cervantes de Osuna en el coche de Custodio y allí vamos a esperarlos a la calle de la Cruz, o bien al garaje mismo al final de la calle Morón. En la portada de los libros está el retrato del emperador Carlos de Tiziano, o una medusa junto a una estrella de mar o un juego de probetas o bien una columna doria o jónica o corintia o bien una princesa medieval que se aplica a la lectura. Si son heredados no hay tal emoción sino la evidencia de las manos anteriores que han dejado las pruebas evidentes de su uso, las indoctas observaciones que dicta el ingenio, la ociosidad, el aburrimiento o el hastío, según los casos. También algún papelito que ha perdido actualidad y amarillea entre las hojas. Los libros incluyen un cuadernillo llamado programa con el orden de todas las lecciones que contiene y que es el guión con arreglo al cual examinarán en el mes de mayo a los alumno libres



Querida Puebla, Diputación de Sevilla, pág 24

3 comentarios:

  1. Precioso,como el libro entero. Como todos sus libros.

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  2. Una lectora de Querida Puebla22 de agosto de 2015, 18:13

    Los que hemos estudiado como alumnos libres, sabíamos la importancia del programa, la ruleta que nos señalaba Tema 7 0 25, y allí temblorosos desgranábamos la sabiduría exenta de competencias, evaluaciones, destrezas y estrategias emocionales.

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