viernes, 3 de marzo de 2017

SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR, MIGUEL DE UNAMUNO

Entonces fue cuando mi hermano Lázaro, que estaba en América, de donde nos mandaba regularmente dinero, con que vivíamos con decorosa holgura, hizo que mi madre me mandase al colegio de religiosas, a que se completara, fuera de la aldea, mi educación, y esto aunque a él, a Lázaro, no le hiciesen mucha gracia las monjas. ‘Pero como ahí- nos escribía- no hay hasta ahora, que yo sepa, colegios laicos y progresivos, y menos para señoritas, hay que atenerse a lo que haya. Lo importante es que Angelita se pula y que no siga entre esas zafias aldeanas’. Y entré en el colegio pensando en principio en hacerme maestra; pero luego se me atragantó la pedagogía


San Manuel Bueno, mártir, Cátedra, pág 97 

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