Sin embargo, para cuando conseguía llegar hasta el meollo de la pelea ya habían volado puñetazos, insultos y pullas, y aquellos de nosotros que un minuto antes éramos la neutralidad personificada nos descubríamos de repente en la refriega, batallando en un bando u otro. ¿Había sido distinto alguna vez en alguna escuela, de Eton para abajo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario