viernes, 24 de febrero de 2023

UNA DANZA PARA LA MÚSICA DEL TIEMPO: PRIMAVERA, ANTHONY POWELL

 Pero, como la mayoría de los profesores, el prefecto se sentía inclinado a pensar mal de todos los muchachos de la casa a medida que se hacían mayores; no porque fuera un hombre huraño, aunque sí era algo brusco y reservado, sino por la creciente dificultad que entrañaba gobernar los asuntos cotidianos de unas criaturas cada vez menos proclives a encajar en un marco perfectamente reglamentado, o, por lo menos, en un marco que le parecía conveniente a Le Bas porque él mismo había establecido sus reglas.



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