La señorita Mackey era la tutora de Malcolm. Durante dos años apareció cada día laborable en el apartamento para darle clase. Al principio le enseñaba francés, finalidad para la que la había contratado Frances. En cuanto completó la tarea, no la despidió, sino que le pidió que se quedara y le enseñase a Malcolm «otras cosas». Ella la preguntó a Frances a qué se refería y esta respondió: «Cosas fascinantes». La señorita Mackey interpretó que podía enseñarle lo que quisiera y eso fue lo que hizo.
Decía Juan de Mairena en sus momentos de mal humor: «Un pedagogo hubo: se llamaba Herodes».
viernes, 30 de mayo de 2025
viernes, 16 de mayo de 2025
ANA NO, AGUSTÍN GÓMEZ ARCOS
Mi pequeño Paucha, Jesús, era muy, muy inteligente. Me sentía orgullosa de él. Palabra de madre. Porque una madre, sabe. Lo sabe todo. No iba presumiendo por ahí porque soy mujer de orgullos secretos, pero siempre lo veía estudiando, haciendo los deberes, llenando páginas y páginas con una letra que me parecía preciosa
viernes, 2 de mayo de 2025
QUÉ FUE DE LOS MULVANEY, JOYCE CAROL OATES (II)
Había tenido que dejar su posición privilegiada cuando le resultó evidente que el proceso de evaluar —«poner notas»— a otros seres humanos como él era inherentemente cruel, una extensión intelectual de la crueldad de la «selección natural» de Darwin, la supervivencia del más fuerte, la extinción del débil.
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