viernes, 19 de junio de 2020

LA SAL DE LA TIERRA, JOSEPH RATZINGER

Fui coadjutor en una parroquia y daba dieciséis horas semanales de Religión, a seis clases diferentes, de la 2ª a la 8ª clase. Eso suponía un montón de trabajo, más aún si se tiene en cuenta que yo me estrenaba en aquel encargo. Era lo que más tiempo me llevaba de todas mis obligaciones pastorales; disfrutaba mucho con aquellas clases porque enseguida comprobé que tenía facilidad para relacionarme con los niños. Fue una experiencia muy interesante para mí, dejar el ámbito intelectual para, de pronto, dirigirme a los niños. Me pareció muy bonito transformar el abstracto universo de los conceptos de modo que un niño también pudiera entenderlo


No hay comentarios:

Publicar un comentario