Se enseña lo que
indefectiblemente es. (Las técnicas, en efecto, son.) Por lo demás, para
enseñar una cosa, es preciso creer en su valor absoluto- que exista incluso sin
nosotros; que ‘sea’ objetivamente
El oficio de vivir, Narradores de Hoy, Bruguera Alfaguara, pág 253
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