viernes, 15 de mayo de 2015

YONKIS Y GITANOS, JOSÉ LOBO

La maricona de Trosky dice en su autobiografía que toda su vida mantendría una deuda irredimible con el maestro que le enseñó a leer. Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con la afirmación del judío traidor; guardo un gran recuerdo de la persona que me arrancó de las tinieblas del analfabetismo y que con su trabajo contribuyó a que este panfleto exista. La señorita María Dolores. Una persona de principios férreos, a quien ya le habían querido abrir la cabeza algún padre porque ella no veía con buenos ojos la aconfesionalidad de la enseñanza pública y se empeñaba en que los alumnos matriculaos en Ética aprendieran el padrenuestro, el avemaría y el “cuatro esquinitas tiene mi cama”. Podemos estar de acuerdo con alguien así o no, pero no se le puede negar ni integridad ni un par de huevos.


Yonkis y gitanos,, Libros del KO, pág 13

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