viernes, 11 de marzo de 2022

SAGITARIO, NATALIA GINZBURG

 Luego vino a buscarme a casa; yo estaba dando clase y tuvo que esperar a que terminara sentada en el sillón leyendo la edición de la tarde del periódico. De cuando en cuando hacía algún comentario sobre los sucesos políticos que leía y buscaba la aprobación de mi alumna, una estudiante de Magisterio muy muy pálida y siempre un poco pasmada. Cuando se fue mi alumna mi madre intentó convencerme de que fuera con ella al café, pero tenía que estudiar y le dije que no. Entonces se enfadó conmigo y me preguntó qué esperaba conseguir estudiando tanto, qué pensaba que iba a suceder cuando me licenciara, iba a acabar enseñando en cualquier escuela gris, frente a unas chicas tan pasmadas y pálidas como la que se acababa de marchar.



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