Camino de la fábrica, Lucas paró en la escuela. No entró. Dio la vuelta por el lateral y miró por las ventanas. Vio a Mr. Mulchady con el ceño fruncido ante su mesa, las llamitas de las lámparas bailándole en las lentes. Vio a los demás alumnos encorvados sobre los pupitres. La escuela seguiría igual sin él. Allí, como siempre, estaban los pupitres, la pizarra. Había dos mapas en la pared: el mundo y las estrellas.