El colegio, Squeers Free, bajo un cielo blanco: el director blando, los profesores desmoralizados con sus chándals de rayón, el pequeño gimnasio destartalado con sus cables trampa y sus bombas trampa, los asesores de estilo de vida (cada niño importa) y los coordinadores de necesidades especiales (que se ocupaban de los «no lectores»). Por si fuera poco, Squeers Free se llevaba la palma en llamadas a la policía, estaba en la cola de los aprobados en secundaria y ostentaba las tasas más altas de absentismo escolar. También se hallaba en cabeza en expulsiones temporales, expulsiones definitivas y expedientes de la Unidad de Remisión de Alumnos; el envío de un alumno a tal unidad solía ser la puerta que conducía más tarde a un Centro de Custodia de Menores, y luego a una Institución para Delincuentes Juveniles
Decía Juan de Mairena en sus momentos de mal humor: «Un pedagogo hubo: se llamaba Herodes».
viernes, 19 de septiembre de 2025
viernes, 5 de septiembre de 2025
UNA MÚSICA FUTURA, MARÍA JOSÉ NAVIA
Dar clases de español es parte de las obligaciones de mi beca de doctorado. Tres veces por semana me paro frente a la pizarra y les enseño a unos estudiantes, medio dormidos y que apenas disimulan el pijama bajo polerones enormes con el logo de la universidad- la mía es la primera hora de la mañana-, las diferencias entre ‘ser’ y ‘estar’
- ¿Cómo están?- les pregunto.
- Soy bueno- responden
Una música futura, María José Navia, pág 51
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